
"Para ocultar mi pasión por ti"
2017
Impresión sobre lino
168 x 112 cm
"Para ocultar mi pasión por ti"
Escrito por Esteban Romero
Egresado de
Literatura latinoamericana
En el despliegue crepuscular de mi cuerpo, los susurros del follaje
resonaban como ecos distorsionados por el dolor: era el momento tan
esperado —¿esperado por quién? — de la mutación encantadoramente
atroz.
La carne —nuestra carne—, una geometría hiperbólica de hojas-sangre
suspendidas en un éter dudoso, se entrelazó con el misterio que reside
en todas las cosas. Entonces: un desgarramiento erótico.
Entrar en la vida es renunciar al anhelo de ser.
Se escuchaban risas descarriladas, gestos efímeros en el cabello de la
lluvia. El cuerpo —nuestro cuerpo—, ajeno a su propia estructura, vagaba
entre los límites de la realidad y sus entrañas psíquicas.
Me encuentro a mi misma en el desnudo perfil de una flor de loto. En los
destellos azafranados de un pájaro. En el aire que no concluye. En todo lo
que toca el sol. Una anatomía desdibujada. Un pedazo de memoria
involuntaria que pertenece a muchos tiempos y que está, por lo tanto, en
muchos cuerpos.
Entrar en la vida es caer sobre las cosas que no se ven.
El pulso de la tierra resuena en los pliegues de mi piel. ¿Qué soy? Ya no
soy nada. Ahora sólo estoy. En las plantas, en el barro, en los animales.
Estoy y no soy infinita. Porque lo que está vive en la feliz permanencia del
instante.
Mientras las últimas partes de mi yo desaparecen, millones de esporas
deslizan historias de litio y berilio por las venas de mi-nuestro nuevo
cuerpo inextenso. Historias que ya no puedo contar porque mis sombras
verbales ya no existen.
Y yo me deshago. Pero estoy fecunda. Un gasto de energía, surgido a
partir de un vacío, que se resiste a detenerse.
Entrar en la vida es aprender a morir en ella.
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